El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

31 de octubre de 2008

Aterrizajes lunares


Que aburrido son los aterrizajes lunares
cuando uno orbita mucho tiempo en el espacio,
la cama es siempre la misma
pero que distinta tan temprano,
que vacía y desprolija
a esas horas en la que nunca se ocupa.
Algo lleva a ese descender,
una razón inexplicable,
necesidad inteligente de estar en soledad
exhalando todo,
charlando con uno mismo
que no quiere oírse,
siempre antes de cerrar esos ojos,
que miraban sin ver
y
hablaban hasta el cansancio
en esos puntos negros que,
permiten viajar
entre esas estrellas
que se inventan,
y
resurgen en un pequeño big bang,
esperando un universo al despertar,
algo que nos permita alunizar
en esas pocas lunas
extintas,
que desean
algún asteroide.

Ser ese principito
que mira ese sombrero,
ese elefante dentro de una boa,
eterno naif que comprende a su manera.

Aterrizar por fin, crecer al dormir
para ser nada
en esa búsqueda metafísica,
mapas inexistentes
que ansían ser cartografiados,
guía en un próximo viaje,
donde se duerme acompañado
y se sufre al despertar,
no sabiendo nada,
nada relacionado con alunizar.

Una razón es más que suficiente,
me aferraría a ella
me dirigiría con eterno placer
si supiera que es el último viaje,
el definitivo,
el del recorrido atroz por esos paisajes
que cambiarán
al ser doble los pares de pupilas
que
observan
planifican
concretan,
por fin,
lo que antes parecía un viaje absurdo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

fuerza chiquitin!

te quiero

Donde andás?