Lo sabe,
desde siempre
llega y se va
sin irse.
Volviendo siempre,
Arrollador.
El mar lo sabe
presiona
aprisionado por la luna,
exaltada.
Afila sus uñas,
ensaya su aullido
“seras mio”
susurra a los gritos,
efervescente.
Lo quiere todo,
devolviendo
para demostrar su poder.
”Llévame”
Le gritan desde la orilla
“lo que ensayan tus garras
son solo caricias”
El mar lo sabe,
la orilla cree saberlo.
Gritan y mueren en sus garras,
traicioneras,
como las del león
que juega con su comida.