El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

11 de julio de 2006

Intersección 20ava

Por que elegir otros rumbos si uno no sabe a donde ir pero tiene el camino elegido? Hay veces que el rumbo nos vas desgastando lo gastado y no queda mas que el destierro obligado, con la tristeza de encontrar otros rumbos que pueden hacerte feliz, pero eso solo es futuro y por suerte no lo sabremos adivinar mientras nos deslizamos por el quebradizo, pero impecable, presentismo.
Intersección vigésima

Sos mi lugar en el mundo
habité entre tus ojos
y me desplacé por tu mirada.
El destierro no me hace pensar
en otro rumbo,
porque no quiero
otras ilusiones que no te proyecten.
La longevidad es algo eterno
e inalcanzable,
además de indeseable.
Que injusticia (o que justicia)
todo depende,
de quien la califique, de quien la juzgue.

La lejanía de las voces,
de tus voces,
no dicen adiós, ni siquiera hasta luego.
La justicia no existe
tampoco en tus palabras
porque me expulsan
y me arrastran
de mi mundo,
de vos.

Te equivocas y no te importa
(aunque podes arrepentirte)
(aunque trato de aceptarlo).
No lo comprendés, no lo sabés
y haces oídos sordos
a mis disculpas
haciendo infinita mi culpa.

Gracias, pero no quiero otro rumbo,
quiero mi lugar en el mundo.

Donde andás?