El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

16 de agosto de 2006

31

Un poco dura, un poco mala, así es como es mi intersección con ella...
"Incoherencia"
Intersección trigésimo primera

Una noche agitada en una simple sospecha.
Un sueño abandonado en un encuentro casual.
Una caída desierta con tanta gente alrededor.
Una sola cosa se pide y muchas menos se dan.
Una perdida que pueda fallar ante la edad.
Un poco de afecto que se pierde en una crueldad.

Todo ocurre al mismo tiempo
y somos testigos cómplices,
cuando vemos hacia donde sopla el viento
del total desaliento de los hombres rapaces.

Una mujer que, al encuentro, es una borrachera,
y que solo es la ropa que se saca.
No deja de ser siempre una ramera,
a la mañana,
cuando solo es una terrible resaca.
Atrapada en sucias entrañas.

Una noche más
con un difícil despertar
de un sueño
sin recordar,
lo que se siente ser dueño
y apasionar.
En un día, con sol, tranquilo
en un prado,
donde tal vez fluya un río
con intersecciones hacia unos arbolados.

Una noche, que se confunde
cuando nada se ve,
mirando a lo que yo creo escapar.
A vos,
mi borrachera y mi resaca.

30 intersecciones, como no extrañar el mar!?

"Incoherencia"
Intersección trigésima

Ya no quiero la playa
solo quiero verte a vos.
No extraño tanto a los amigos
no como a tus abrazos.
El sol no guía mi viaje
por el sendero de tus ondulaciones
clavadas en mi imaginación.
No hay señales rojas que me detengan
solo tus verdes que me empujan
y me abren paso hasta vos.
La distancia se acorta en el tiempo
a medida que me abandona
el invierno viejo de soledad.

Ya puedo sentir, otra vez, la sal en la arena
y la brisa de tu aliento
que llega desde el cemento.
No falta mucho, sí.
El recuerdo, casi como el presente,
te trae siempre que quiero.

Y suspiro y espero.
Y río y siento.
Y pregunto y espero.
Y espero y espero.
Sin que te enteres de que forma
y con quien.
Solo.
Espero que esperes.
Lo que tanto espero.

Mas de lo mismo...

Juro que es la seguidilla de inttersecciones del libro, es una casualidad que este subiendo todo esto que de alguna forma se parece a todo pero mucho mas a los últimos...
"Incoherencia"
Intersección vigésima novena

Como decir que es cursi usarlas,
si cuando los hombres las utilizamos
somos dignos de cualquier batalla.
Se muere o se alcanza la gloria,
como en cualquier combate, sin dañar el objetivo,
aunque suene tan fea esa palabra.
Nos tiemblan las manos y el miedo nos supera
al usar las voces,
y nos arriesgamos al fracaso que podría destruirnos.
Nada se asemeja a ese dolor
que nos desvanece,
dejándonos en un mar de llanto.
El pétalo mas débil
nos puede despojar, en un instante,
de toda cordura
con tan solo el movimiento de sus labios.
¿Quién es el frágil? ¿La que nos mata diciendo no?
No hay endebles, solo gente que se arriesga
en un momento de éxtasis, en que creemos,
y a veces lo logramos, dominarlo todo.
Es un instante en el que las usamos,
en el que llegamos a la conclusión,
exhaustiva por cierto, que debemos hacerlo.
Pero ese instante no es único,
esta dominado por muchos otros anteriores
en el que imaginamos la gloria
de ver la vida de otra manera,
casi feliz.
Por eso después de tanto pensar lo hacemos,
puede ser en un momento conveniente
ya calculado,
lo decimos enfrentando a la persona delante nuestro.
La enfrentamos y,
de una manera, que para muchos será cursi,
le decimos
te amo.

Seguimos cursis...

"Incoherencia"
Intersección vigésima octava

Que tarde se hace con esta espera
con este olvido que no te olvida,
solamente me hace recordarte
en tus peores momentos
olvidándome de tus buenos sentimientos.
Porque siempre es así,
contamos lo peor del otro
olvidándonos de lo que nos hizo querernos.
Debe ser mas fácil
recordar el odio y la tristeza,
porque es lo único que queda
en mi cabeza.
Y es por mi culpa, por no recordar
lo que no me deja esta amnesia
que no te olvida.

Que tarde se hizo y sigo pensando
que es mejor ocultar la pena,
y pensar en otro encuentro casual
que tenga mucho de causalidad.
Tan solo un dejo de espera
tan lleno de frígida morbosidad.

Será mejor guardar todo otra vez
y tratar de empezar algo
como siempre.

Ya ves, puedo olvidarte.
Y es mas fácil si te pienso,
si sigo tratando de recordarte.
Cuando fuiste simpática y me abrazabas
sin preocuparte por mi futuro,
que estaba tan presente.
Como lo está hoy.

14 de agosto de 2006

Como ser cursi según el clima

Intersección vigésima séptima

Siempre hay un lugar, un tiempo
que refleja todos los recuerdos
llegados desde el fondo,
y brotan, confundiéndose con la imagen.

Hojas otoñales caídas
detrás de un beso
y encima de un te quiero
de ocre atardecer.
Viento invernal que despeina
el acurrucarse en un reparo
de guantes y bufandas,
abrazados por el calor
de un abrazo gigante
por tanta ropa.

Colores primaverales pintados al óleo
sobre un lienzo vacío,
y con el marco de la pasión
ajustado a la perfección.
Sol veraniego que derrite
tanta espera
y la funde con el mar,
con la sal
que cubre tantos cuerpos
quemados
por amar tan temprano
y tan tarde
en la arena del encuentro.

Cuatro vidas en poco tiempo,
cuatro seres distintos
pero que son los mismos
que se repiten con todos los giros del sol al sol.

Continúa en Capítulo 26 (Click acá)


Los aborrezco

Bonita forma de explicarme a mi mismo el porque de mi no querer a los números, aunque nunca voy a poder explicarme, ni comprender, la filosofía que nos dice que dos mas dos son cuatro.
Intersección vigésimo sexta

Todo se cuenta, todo se mide
y se calcula.
Nada parece ser placer
en este mundo que no alcanza
para llegar a fin de mes.
Ni siquiera mis palabras son muchas
porque son contadas,
como los números
que ellas aborrecen
porque no dicen nada.
Solo cuentan, suman, restan
y siempre mal.
Mis palabras buscan una pasión, un sentimiento
ellos solo miden lo material.
Lo triste es que siempre ganan
porque recorren mas mundo
aunque sean despreciablemente usados
aunque no esbocen una mísera sonrisa.
No sirven para expresar mucho, tan poco,
años y siglos,
casi nada expresado hoy.
¿Cómo será contar o medir una alegría?
¿En cuantos números cabe una sonrisa?
¿un beso? y ¿un abrazo?
Podrán contar libros y nada más,
no pueden con lo que hay dentro de ellos.
Ba, si pueden,
con las paginas,
con las palabras
y con las letras.
Que fiasco,
con nada más.

Princesas del Verano

Intersección vigésimo quinta

Que vacía es la distancia
no hay nada que llene tantos kilómetros,
ni la horrible sensación de sentir los cuerpos usurpados.
Llora la amante nocturna, llora su verdad,
no hay nadie que la respete
en esos días de calor.

Sueñan las pesadillas del año entero
y son presas del verano, del desconocido,
viviendo en desgarradoras luchas, entre si mismas,
por encontrar al príncipe azul,
que solo habita en cuentos,
y que las saque de aquí, cada cuarto de año.

En fila esperan, los depredadores,
en fila matan, una y otra vez,
los sueños de las presas despreciadas.
Ellas viajan al sol, intentando olvidar la lección
y congelan el dulce sabor
de eso que no se explica, que tan solo se entiende.
A veces logran consolarse mientras el mar,
jugando,
las acaricia,
mientras el amanecer desaparece
llevándose a sus múltiples yo.

Llevan el reflejo pútrido de lo que fue,
de lo que hicieron y de lo que obtuvieron, marcado en la piel.
Solo queda escapar, para no volver,
y dejar que el tiempo, con sus giros, haga lo que tenga que hacer
entregando antídotos para el dolor,
para la buena memoria y todos sus recuerdos
capaces de olvidar.
Olvidáme de una buena vez.

De un tirón se suben solas

Cosas de adolescentes, solo un recuerdo que no recuerda siquiera el nombre de la princesita co textual de turno, en fin, esos ojitos pedian subir.
Intersección vigésimo cuarta

Amigos míos, a ella le gusta danzar
lo que sus oídos escuchan,
a la hora de soñar.
Esa en la que no quedan ganas,
de volver a luchar.
Ella habla y cuenta cosas que no tienen sentido,
al menos para mí,
pero igual la percibo
porque es una niña en busca del amor,
cada vez que la escucho.

Amigos, es única en todo momento, siempre,
ella ríe y ríe.
Siempre es feliz
cuando yo estoy ahí.
Imposible no tomarla para abrazarla y besarla
pero hice una promesa,
y creo que la cumplí.

Es difícil, amigos, no tentarse
cuando se hace la seria
para que yo corra.
Pero no corro y, ella, evita acercarse
porque sabe que algo anda mal.
Piensa que no la quiero, pobrecita,
nunca tan equivocada.

Amigos míos, no se rían
que no me atemoriza lo que me lleva y me trae.
No es que me ablandé.
No le temo al amor ni a la seriedad,
mucho menos a ella,
mucho más a mí.
Amigos míos, no la quiero llena de mi maldad.

23

Intersección vigésimo tercera

Que fácil y simple seria decirlo,
si supiera que esta opresión desaparecerá.
Y que todo saldrá como en los sueños
en los que me siento héroe de ninguna guerra,
y rescate una causa perdida recuperada.
A la que nos acostumbramos a llamar amor,
de una forma tan cursi que nos da pena
y vergüenza decirlo.
Por que la naturaleza del hombre
solo sirve para multiplicarse,
y no para sentirse.

Naturaleza que nos hace sentir como animales
y no desear a nadie por amor.

Mi pena desea marcharse, abandonarme
y sentirse libre.
Pero yo la mantengo,
porque la necesito junto a mí
para no volverme un animal
que solo quiere sentir el calor de los cuerpos.
Me hace sufrir y esto atrae al deseo,
que no se me cumple.
El sufrimiento es parte de mi vida,
si se esfuma ya no tendrá sentido.
¡Todo sería tan fácil y aburrido!
El sentido esta marcado por la dirección
de mi elección.
Si pierdo un sufrimiento o un dolor
voy a perder la emoción,
de querer hacerlos desaparecer.
Te prefiero como al sufrimiento,
dándole sentido a la esperanza
de que algún día, esto, terminará.
Terminará conmigo o con los dos.

La 22

Intersección vigésimo segunda

Hagamos una apuesta
que pueda ganar aunque pierda,
como siempre
que se arriesga
y se pone en juego
lo que nunca es para jugar.
Apostemos todo y ganemos, nada,
tan solo el placer de ver que pasa
o que hubiera pasado
si nunca me hubiera equivocado,
a la hora de elegir sin sentimiento
y con una simple emoción.

Tiremos todas las fichas,
en el tablero,
y ahorremos tiempo a la suerte
para que decida la dicha,
en esto que apostamos
y que nunca ganamos.
Yo apuesto olvidar,
vos regresar,
tal vez conmigo.
Si pierdo sé que puedo ganar
lo que ya perdí.
Si gano voy a perder,
pero nunca lo voy a saber
porque será mío
el olvido,
de tus besos y abrazos, pasados,
de tus miradas y caricias, infinitas.
Vale la pena apostar,
perdido por perdido.

7 de agosto de 2006

Ah, demasiado no sé qué como para poner título

Intersección vigésimo primera

Todo el mundo piensa en un futuro.
Todos quieren mejorar y ser mejor.
Todos piensan en matarse,
aunque sea una sola vez
y por amor en la primera ocasión.

Que miseria la del hombre
que piensa en mañana
para vivir mejor,
y al primer desamor
desea sacarse la vida hoy.

Muchas cosas hay dentro de la estupidez,
pero nada se compara
con no disfrutar los momentos.
Un beso, un abrazo
y un triste fracaso.
Todos esos sentimientos
merecen ser vividos,
sin ser reemplazados
por un consejo amargo
o por una palabra de aliento.

Las emociones se viven
y quiero estar triste o alegre
sin tu lastima y sin tu palabra.
Porque las emociones
siempre están,
y las opiniones se van.

Vivo y siento
porque merezco
vivir y sentir.
Siempre.

Donde andás?