El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

23 de agosto de 2007

Por ahora, bloqueado

Se bloquea el escribidor
nada le sucede, todo le pasa.
Una mosca peleando contra el cristal
que jamás cederá.
Un recuerdo que ya es olvido
en una ex novia que ya volvió,
sin ser absuelta, sin pedir perdón.

Se bloquea el escribidor
que escribe sin poder contar (redactar)
contando sin poder escribir (narrar).

Un vaso se rompe,
las estrellas mueren
y una mujer grita sin voz,
un hombre la observa,
el vino se derrama,
las luces se apagan,
la mujer llora sin lágrimas
y ese hombre le cree.

Todo cambia, todo sigue igual,
nada es más
que un bloqueo de escribidor,
nada es más que una mosca peleando contra el cristal
Nada es mas que un recuerdo olvidado,
mientras todo pasa y nada sucede,
mientras todo se escribe y nada se cuenta.

El escribidor deja su lápiz.
El escribidor toma su vaso
otra vez
y nada le ocurre al fin.

16 de agosto de 2007

Quince

De la nada
crecer quince centimetros
para medir eso
y caber en vos.

Para que me lleves a cualquier lado
y tenerme cuando estés sola,
sin necesidad
de sentir mi persona,
cuando solo necesites placer
sin necesidad de escucharme
cuando todo es pasión
y me bañe en tu bizcosidad,
tan placentera
en ese instante eterno.

Después,
podrás enjuagarme
y luego encerrarme
en tu bolso con cierre,
hasta que me necesites,
otra vez
sin que yo diga nada
ni una sola palabra
entre tus gemidos de placer,
aquí o allá,
la playa y el mar.

Donde andás?