El primer recuerdo de
vida
se remonta a una imagen
visual,
asfixiar a su hermano
recién nacido,
descuido de papá en
el amateurismo de la tarea paternal,
o algo así,
descubierto,
huida por una
escalera de madera rancia,
sobre una pared descolorida
por los ladrillos
que daba a otro patio
en la que la furia
cálida baldeaba toda su luz,
aquí la duda,
realidad o pura
imaginación.
El primer recuerdo de
la muerte
atrapa a los cinco
años,
llanto desconsolado
por la prematura revelación de la muerte,
moriría,
mamá dice que no,
que no es así,
papá huye e invita a
cortar las papas rejillas
que luego se iban a freír,
la hermana mayor se
ofrece voluntariamente,
pero no!
sin aflicción no se
cortan verduras.
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