"Incoherencia"
Intersección trigésimo octava
Maldita alegría que me da tantas tristezas
después de noches de olvido
y recordada torpeza, por la tarde.
Siempre es temprano para volver a intentar
y nadie murió de desamor
ni siquiera esos románticos desgarrados de pasión.
Me sobra tiempo, me falta ánimo
para expandir mi cuerpo
hacia la vida, hacia la muerte, hacia todo.
Estás ahí, aunque me nubles la mente
aunque me olvides para recordar
las noches de mis ausencias,
en las que ni siquiera estabas vos.
Otro lunes que pasa, ya falta poco,
pronto llegará el amanecer del fin de semana,
me encontrará buscándote
para decirte mil cosas mudas
y evitándote para no lastimarte
para no avergonzarme
en tan oscuro mareo.
Sos libre, aunque tu nombre diga lo contrario,
pintás la libertad que reflejás
en tus deseos, en tus ganas de escapar
y de salir de esta pequeñez ideológica
a puro color, a puro sol de verano atardecer
y brisa de melancolía otoñal.
Libera, aunque tu nombre diga lo contrario
aunque no quede ninguno,
y llenáme de color
que lo demás, las palabras,
las guardo yo
para que algún día, espero,
logren a escapar,
y te logren atrapar.
Maldita alegría que me da tantas tristezas
después de noches de olvido
y recordada torpeza, por la tarde.
Siempre es temprano para volver a intentar
y nadie murió de desamor
ni siquiera esos románticos desgarrados de pasión.
Me sobra tiempo, me falta ánimo
para expandir mi cuerpo
hacia la vida, hacia la muerte, hacia todo.
Estás ahí, aunque me nubles la mente
aunque me olvides para recordar
las noches de mis ausencias,
en las que ni siquiera estabas vos.
Otro lunes que pasa, ya falta poco,
pronto llegará el amanecer del fin de semana,
me encontrará buscándote
para decirte mil cosas mudas
y evitándote para no lastimarte
para no avergonzarme
en tan oscuro mareo.
Sos libre, aunque tu nombre diga lo contrario,
pintás la libertad que reflejás
en tus deseos, en tus ganas de escapar
y de salir de esta pequeñez ideológica
a puro color, a puro sol de verano atardecer
y brisa de melancolía otoñal.
Libera, aunque tu nombre diga lo contrario
aunque no quede ninguno,
y llenáme de color
que lo demás, las palabras,
las guardo yo
para que algún día, espero,
logren a escapar,
y te logren atrapar.
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