El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

21 de octubre de 2008

Ojo de Pez




Un soplo de locura,
amor
que se cae,
que se levanta,
al tiempo
y todo vuelve a suceder.
Todo tambalea sucesivamente,
ella espera,
en una eterna desesperación,
el escribidor solo puede hacer eso,
lo que su nombre designa,
de otra forma sólo sería una molestia
en medio de su caos,
el de ella,
que lo transforma,
haciéndolo pensar.
Eterno pensador,
irónico surrealista
que muere en un sueño real
y vive la realidad como si fuera un sueño,
pesadillas
una y otra vez.
Ella parece llorar,
como si llorara ebria,
vista a un kilómetro a través de un cristal
que no es más que un espejo,
reflejándose a si mismo, hace unos años.
Se preguntaran que hacer,
y lo harán eternamente
mientras todo lo vean,
mientras no actúen
y todo siga así,
confundiendo la sencillez
de un movimiento tan arduo,
el prisma quema
observando el fuego
a esa distancia,
sin convenir alejarse,
si de cerca apenas incinera,
quizás nada.
No es prudente,
pero al menos se podrá disfrutar
sin tener que sostener
esas,
eternas mentiras
que solo insinúan una verdad,
esa,
que el escribidor
envuelve en su ojo de pez.

No hay comentarios.:

Donde andás?