Intersección novena
El horizonte no es el infinito,
siempre vuelve a mis pies.
Porque me estoy mirando desde lejos,
y miro tu horizonte.
No es difícil ni fácil,
solo es un punto fijo ahí adelante.
Allí atrás, aquí donde estoy
parado mirándome, mirándote
sin saber que veo.
Solo contemplando lo que no entiendo,
lo que veo es lo que vez,
mi azul es tu azul.
¿Cómo sabemos que contemplamos lo mismo?
¿Alguien nos codifica para entendernos?
¿Alguien nos decodifica para confundirnos?
Tu cabello rubio
¿Es rubio?
¿Es cabello?
¿Es tuyo?
¿Existís?
¿Sos alguien?
Veo mi horizonte y el tuyo,
y no creo que sean infinitos.
No pienses que estoy equivocado,
sino que nos decodificaron para confundirnos.
Si no ves tu horizonte,
jamás veras el mío.
Porque el tuyo es el que querés ver,
y el mío también.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario