El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

2 de junio de 2006

Que horizonte?

Intersección novena

El horizonte no es el infinito,
siempre vuelve a mis pies.
Porque me estoy mirando desde lejos,
y miro tu horizonte.
No es difícil ni fácil,
solo es un punto fijo ahí adelante.
Allí atrás, aquí donde estoy
parado mirándome, mirándote
sin saber que veo.
Solo contemplando lo que no entiendo,
lo que veo es lo que vez,
mi azul es tu azul.
¿Cómo sabemos que contemplamos lo mismo?
¿Alguien nos codifica para entendernos?
¿Alguien nos decodifica para confundirnos?
Tu cabello rubio
¿Es rubio?
¿Es cabello?
¿Es tuyo?
¿Existís?
¿Sos alguien?
Veo mi horizonte y el tuyo,
y no creo que sean infinitos.
No pienses que estoy equivocado,
sino que nos decodificaron para confundirnos.
Si no ves tu horizonte,
jamás veras el mío.
Porque el tuyo es el que querés ver,
y el mío también.

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