El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

15 de enero de 2007

Ya que hablamos del mar



Ahogame
aquella noche se hundió en el mar,
un muchacho joven,
quiso ahogarse de la misma forma que su amor,
que mierda,
creía locamente que las olas eran infinitos besos,
besos en olas que le devolverían su triste felicidad,
se puso a contarlas,
siguió caminando,
avanzando mientras retrocedía,
su corazón palpitaba con emoción y creía,
en vano,
que algún ser lo rescataría de toda esa cordura hecha locura,
tan idiota,
se dejó esperar luego de hablar por su sangre,
que circulaba ya sin bombear,
se dejó ahogar,
encerrado en sus pulmones,
creyó oír a Astor en sus olas
pero solo era un brazo de alfonsina que lo jalaba,
triste ironía pensó estúpidamente,
se dejó llevar mientras un concierto para clarinetes le daba frío a su piel,
tocó fondo muy suavemente,
allí pudo ver como la vida se le escapaba,
sin apuro, esperando para no olvidarlo,
perdiendo mil amores por uno solo,
tan estúpido como un muchacho joven,
que yace y se transforma en mar,
dándole envidia al mismo dios amor,
que lo observó pensativo,
que intentó entender con total incapacidad de tal cosa,
lo miró desaparecer en el fondo arenoso,
lo vio transformarse en materia,
aire, tierra, agua y vida,
todavía sonríe,
sonrió y exclamó,
!pero que romántica forma de morir che!

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