
ELLA, nunca duerme,
onírica
cuando despierto
en cada rapto,
susurra
aullando, a los gritos,
orgullosa
la ironía, su enojo a carcajadas.
ELLA, su contraste
en el sepia del amar,
la arena en la plaza
y su playa en la otra cuadra,
adoquinada,
cíclica, pura,
constante y turbia.
Tétrico navegar,
por sus lágrimas
la sal como un fuego
que acaricia
en profana tentación.
Las noches
toman los días por sorpresa,
lo azotan
para despertar mártir,
cegado de palabras
que no logran ceder
e ideas
que no pueden recordarse.
Un pincel, una pluma,
caricia herida,
rasgada cicatriz,
alegre duelo,
lienzo asfáltico.
Todo. ELLA.
3 comentarios:
A los moustros nos gustan tus poemas. Te bancamos! Y si nos hacés acordar te recomendaremos (somos muy colgados) jajajajajajajaja
Ella como tantas ellas, como tan pocas. Me gustó.
Voshur
Como tan pocas le sienta mejor, aunque, claro, son muchas.
Publicar un comentario