El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

6 de junio de 2007

Carta número13

3 al 15 de Diciembre

Hola, sé que hace mucho que no te escribo, en realidad que hace mucho de todo. Hace mucho que no te veo, que no hablamos, hace mucho que no se nada de vos.
Tal vez sepas, a estas alturas, cual es mi situación. Supongo que sabés desde donde te escribo y también supongo que sabés porque. No sé si leerás esta carta, no sé dónde estás, la envío a donde envié todas las demás pero dicen que hace tiempo que no aparecés por tu casa. También dicen que yo debería saberlo ya que supuestamente soy el responsable de tu destino. La verdad es que no sé, ni tengo la menor idea de donde estarás. Me gritan y me golpean a menudo, casi todos los días. Me preguntan por vos a medida que me aporrean durante varias horas, después me dejan descansar un día o dos, con suerte, así no van dejándome marcas que tache el honor que ellos creen tener.
Los días acá son eternos, solo en a oscuridad esperando que pase el tiempo indestructible de este lugar, no tengo nada que hacer mas que llorar y rogar que me dejen en paz.
Hace un rato volvieron, amenazaron con matarme si no les decía donde estás. Les dije que era imposible ya que no lo sé y uno de ellos me grito que era un “asesino hijo de puta”. ¿Qué es esto? No me lo creo, les conté que siempre me hablabas de viajes y aventuras y que, probablemente estarías recorriendo Sudamérica o algún otro lugar en donde no se sienta tanto la mano del hombre malvado.
De nuevo volvieron los golpes y los gritos y el llanto. No sé cuanto más pueda soportar todo esto, si llegás a leer esto te pido que por favor aparezcas y demuestres que es mentira todo lo que dicen. No pude haberte matado. Hay mil razones, que vos ya sabes, para querer que estés a mi lado durante toda mi vida y no toda la tuya. Pero bueno, estos muchachos de gris piensan con los pies y no puedo pretender que razonen como mi cabecita de enamorado. Esa que todavía te quiere, a pesar de todo, recordando nuestros comienzos, nuestros abrazos y nuestros besos. Desearía tenerte otra vez conmigo para quererte y sentirme feliz, para sentir celos y desesperarme con cada minuto que te retrasás. Desearía mil cosas pero sobre todo quiero hablarte, como hace tiempo no lo hacemos, perderme en tu mirada y sentir que estoy perdido en el fondo de tus pupilas, ser el cazador cazado de esa selva impenetrable que lleva tu nombre escrito en el cielo.
Hoy llegaron más tranquilos, casi ni me levantaron la mano, charlamos un rato y les conté un poco de lo poco que conozco tu historia. Les explique lo de tu “amigo” del verano, como se rompió no sé que hueso o que parte del cuerpo y de cómo quedo postrado. No les supe decir el nombre del fulano ese ya que nunca me importó mucho saber su nombre. Es mas me daba mucha rabia la forma en la que hablabas de él, de no ser porque anda en silla de ruedas ya hubiera ido hasta su casa y le hubiera gritado unas cuantas cosas. A pesar de todo lo seguiste queriendo, nunca me lo dijiste pero se te notaba en tus ojos. Se te ponían como vidriosos cada vez que hablabas de él y de su tragedia, de él y el gran desamor (mentiras) que te produjo. En fin, ya me acostumbre a pensar que eso es la historia antes de la historia, la historia antes de mi
No sé que más decir, ya que esto se interrumpe y es siempre la misma rutina. Ayer me prometieron que me iban a dejar enviar la carta, me entusiasme un poco al principio pero después desistí de sentirme tan bien, quien sabe si es cierto lo que dicen, quien sabe si podrás leerme otra vez como tantas otras veces. Quien sabe si vivís o no, como a ellos les gusta decir.
Vos no te preocupes, solo leéme y recordáme sin culparme. Te quiero y te extraño.

ISMAEL

No hay comentarios.:

Donde andás?