El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

19 de marzo de 2006

Hablar de Uno no es tan interesante como hablar de Vos

Acá dejo para contrastar un poco con el otro anterior y para sacarme una duda que surgió el otro día al hablar con Clarita, era Ossip nomás! Estaba bien escrito. Bueno, no hay mucho que contar así que sigo subiendo algún otro con más sentido (Muy dudoso eso)


De vos que no sos vos


Conté que hablaba de vos porque así me los pedías,
no porque uno quisiera hablar felizmente de tus cosas.
Me lo pedís vos,
que te sentís feliz de que te nombre
aunque tengas que borrar mil veces el mío.
Vos, que te mentís siempre y te animás nunca.
Vos pedís, yo ni pregunto
cuanto más vas a esperar ese llamado,
cuanto más va a tardar tu sueño,
cuanto más va a durar esa utopía,
cuanto más vas a tardar en decidir por vos.
Sumisa, hasta el cansancio,
obediente siempre a esos tratos
que no se parecen a los que yo doy.
Así y todo, vos pedís.
Vos no tenés idea, por no saber que yo soy yo,
¿cual de todos mis yo encaja con tu única vos?.

Quitarte, sacarte, escaparte.

Tan solo me bastaría con hablar,
con marcar una fecha que te deje caer una nueva sonrisa
que no se anima a pedir,
en lagrimas,
lo que yo puedo pero no quiero decir.
Tal vez suponés el por que
o tal vez
ni siquiera entendés de que se habla acá.
En eso sos igual a la Maga
(No te molestés en pensar, ni en preguntar, quien es.)
pero hoy yo no tengo ganas de ser Oliveira,
che,
mucho menos Ossip,
mucho más mis yo.
(Que siguen bla, bla, bla de vos)

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