El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

20 de marzo de 2006

Sueños



Intersección Décimoctava

Conserváte como la mujer de mis sueños,
la que tanto anhelo al despertar
cuando ya no estás,
la que tanto te pide un deseo
olvidado de esperar
un cumplido perdido.

Pasan las horas y yo siempre te espero
recordando rostros, tan parecidos al tuyo,
que se acercan y huyen
como esos insectos de la noche
a los que no les gusta mi sangre
y se conforman con dejarme el sonido insomne
que no deja soñar.

Te quiero rubia y también morocha,
con el corazón herido
o con él conquistado
por otro como yo,
abrazada o, tal vez, abandonada,
llorando o, simplemente, feliz.

Te quiero de cualquier forma,
de la que puedas quedarte
y jugar a ser siempre eterna
en mis sueños sin dormir.

Te quiero donde no pueda tocarte
pero si librarte de la realidad
que no obedecés por ser la irrealidad
aunque estés existiendo solo dentro de mi.



Te quiero con tu risa untada en mi cara
dando besos en carcajadas
cada vez que te vas,
prometiendo empalagar
siempre un poco más.

La próxima vez a la hora de andar
espero que vuelvas,
sola o en compañía,
para arrebatarme las horas que paso despierto
luchando contra el viento que despeina la mirada
que siempre te busca.

Te quiero y, si no te dicen nada,
voy a seguir esperando
un rato para soñar
y contarte todas estas cosas
que surgen cuando no estas,
cuando estoy yo
pensando en no despertar,
esperando en un instante que no avance
dándote tiempo para llegar
a esa cita que nadie confirmo
pero que tanto se pide
entre sueño y sueño,
entre despertar y despertar.

No hay comentarios.:

Donde andás?