El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

17 de marzo de 2006

Otro robo a "Incoherencia", un par de intersecciones.

Lo que sigue a continuación es conocidos para aquellos que leyeron el libro o por quienes los recibian por mail y no se quejaban. Promesa creo que es una gran declaración de amor, escrita por primera vez hace ya varios años, es mi mejor regalo una y otra vez a las personas que quise, con lo cual intento ser inmortal en sus memorias, siempre de buena manera.

Intersección decimoquinta


Todavía tengo el recuerdo de lo que será tu ayer,
todavía lo guardo como algo tan preciado
pero sin precio que lo valore.
Y lo cuido para que no puedas renegar de tu pasado,
para que no derrames una sola lagrima al recordarlo,
y para que te llenes de alegría y esboces la mejor sonrisa
cuando me recuerdes en el.
En tu ayer.
Así lo resguardo, recubriendo lo que queda de mi mente.
No tendrás una sola noche de insomnio
por culpa de tu ayer,
ni de mí incluido en el.
No estarás un solo instante a la defensiva
por miedo a lo que te hice, dije o di por entendido.
No me odiaras nunca al recordarme,
sino que añoraras volver a estar en mis brazos
que te dieron calor
en mis miles de abrazos verdaderos, en sinceridad.
Querrás sentir mis labios otra vez,
esos que en horribles fríos,
apenas daban cálidos besos.
También desearas ver mis pupilas que,
al igual que las tuyas,
no se ocultan detrás del pestañeo
a la hora de quererte.
Escucharas mis palabras,
cada vez que hojees el libro de tu ayer.
Y podrás leer lo que siempre te dije, lo que tanto te quise.
Y estará todo en esas palabras
que te resultaron poco creíbles al principio,
pero firmes y reales después.
Para eso recuerdo y cuido tanto tu ayer
para que mañana, aunque no importe tal cosa,
sigas creyendo en lo que te di hoy.
En mi presente, donde esta tu ayer.

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