El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

22 de mayo de 2006

Tiernisimo Audaz

Para vos... que no tomás en cuenta a ese pobre diablo que te dice lo que te dice... para vos...para vos que pensás que son solo simples palabras... muchas veces esas palabras dicen aún mas que eso... para vos... que lees esto y pensás en él que te dice eso, que tanto le costó.
Tierno Audaz


Como decir que es cursi usarlas,
si cuando los hombres las utilizamos
somos dignos de cualquier batalla.
Se muere o se alcanza la gloria,
como en cualquier combate, sin dañar el objetivo,
aunque suene tan fea esa palabra.
Nos tiemblan las manos y el miedo nos supera
al usar las voces,
y nos arriesgamos al fracaso que podría destruirnos.
Nada se asemeja a ese dolor
que nos desvanece,
dejándonos en un mar de llanto.
El pétalo mas débil
nos puede despojar, en un instante,
de toda cordura,
con tan solo el movimiento de sus labios.
¿Quién es el frágil?. ¿El que nos mata diciendo no?
No hay endebles, solo gente que se arriesga
en un momento de éxtasis, en que creemos,
y a veces lo logramos, dominarlo todo.
Es un instante en el que las usamos,
en el que llegamos a la conclusión,
exhaustiva por cierto, que debemos hacerlo.
Pero ese instante no es único,
esta dominado por muchos otros anteriores
en el que imaginamos la gloria
de ver la vida de otra manera,
casi feliz.
Por eso después de tanto pensar lo hacemos,
puede ser en un momento conveniente
ya calculado,
lo decimos enfrentando a la persona delante nuestro.
Y de una manera,
que para muchos será cursi, le decimos
te amo.

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