El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

10 de mayo de 2006

Un poco mas de incoherencia



Incoherencias (al doble?) hasta el cansancio

Intersección Décimosexta


Incoherencia que me quieras
cuando soy así, cuando no soy nada,
cuando grito sin voz,
cuando callo diciendo todo.
Incoherencia que digas todo
y calles lo que soñás, lo que sentís
cuando no estas sola ni muy acompañada.
Incoherencia que veas la única salida en mi,
sin darte cuenta que te encerré
en la encrucijada de mi morboso laberinto.
Incoherencia que te reflejes
del otro lado del espejo, donde te puedo ver
pero no sentir porque sos una ilusión.
Incoherencia que ilumines la iluminación
de mi mente oscura, en la que mil antorchas
son un chispazo de ,apenas,
una emoción.
Incoherencia que llores
derramando tantas lagrimas sobre tu cara,
por culpa del lugar en donde reinan
mis cuantiosas carcajadas.
Incoherencia que tus ondulaciones
ocupen el lacio de mi mirada,
guiada por el recto que no mide distancia
tan solo eficacia.
Incoherencia que huelas tan bien
para venir a mi pútrida habitación,
donde solo percibas este aroma,
el de la desolación
Incoherencia que yo te cuente todo, casi,
en este papel, porque no te digo nada
que sea, al menos, digno de ser leído.
Incoherencia que llegues hasta acá
tan infructuosamente sin sentido.
Dichosa aquella que no supero,
por suerte, la primera línea.

Continúa en Capítulo 17 (Click acá)

No hay comentarios.:

Donde andás?