El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

24 de marzo de 2007

Carta número 5

30 de Abril

Hola, bueno, acá estoy yo otra vez escribiéndote sin poder hacer otra cosa, no sé, quiero verte, conocerte y contarte todas éstas cosas que te escribo. Quiero que escuches mi voz, y que la oigas decirte que te quiere con cada letra, y quiero escuchar la tuya y no la que me invento cada vez que te leo. También quiero verte y examinarte, acariciar tu piel, tu pelo, mirarte a los ojos y creer que tengo suerte, quiero sentir tu boca, ver como se mueve cuando me hables. Parezco muy ansioso, pero no solo lo parezco, sino que estoy ansioso. Todas las noches tardo mil horas en dormirme y no es que me lo impida el pensar en vos, es la ansiedad. Ya gasté tu imagen de tanto soñarte despierto. Pero no tengo figura para soñarte, solo te imagino por el aroma de tus cartas y las formas tus letras, por eso las ordeno y las desacomodo, te dibujo como quiero en ese momento. Armo tu cuerpo con ellas, a tu cabeza la dibujo con una “o”, después la cambio y le pongo una “a” en su lugar, al rato me gusta más una “e” por tener más que ver con vos. Finalmente le dejo la “a”, no sé porque, quizás para que tu última letra sea la primera de mi dibujo imaginario. Tu cuerpo es más sencillo, lo imagino con una “l” (eso es una ele minúscula) pero no me importa que sea una “b” o una “O” mayúscula, tu cuerpo no me importa como sea. Tus brazos y piernas eran unas “ies”, pero no supe que hacer con los puntos, así que deseché esa idea poniendo a una “n” como tus piernas (no quedó bien, pero no importa) y una “u” como tus brazos (así, para arriba, como festejando). Sin querer me salió un significado, adivinálo y te acompañara como siempre te acompaña en todas las noches de tu nombre.
Todavía me intriga mucho todo esto, es la primera vez que tengo una relación así con alguien, e imagino que se acerca algo bueno. Espero que nuestro encuentro sea dentro de poco, aunque puedo seguir esperando un poco más porque la verdad que me gusta leerte y escribirte cosas que nunca dije, digo ni diré. Da menos timidez sacar cosas de la boca y estamparlas en un papel, sin gastar voz y coraje. Es el mejor método para los cobardes, para los que no se animan siquiera a arriesgarse un poquito. Yo tal vez sea uno de estos, a veces, y no por miedo al rechazo sino por miedo al miedo. Me rechazaron muchas veces, pero no son más que las otras, y casi siempre es un momento divertido por las caras que ponen las que no querían hacerme sufrir y me pedían disculpas por no quererme como ellas imaginaban que yo las quería a ellas. Tuve que tragarme mil discursos consoladores por abrir la boca, no quiere decir que no me cayera mal la negativa tan solo que no quería que se justifiquen. Hubo otras que se rieron y hasta me hicieron reír de mi suerte en el fracaso. Estás que se reían eran las mejores para romperte el corazón y luego cubrirlo en una burbuja de amistad, no me amargaban sino que me divertían y quedaban como reinas conmigo. Las peores, son esas que me pusieron de mal humor, son las que no me contestaron nada y me miraron desde arriba con cara de frígidas. Con estas terminaba a los insultos porque una cosa es que te digan “que no, basta” y otra es que te denigren con su inmerecido silencio y sus miradas de desprecio, como si nadie fuera digno de su belleza o su lugar. Tal vez tengan una buena vida en donde nadie las tome en serio y yo las ponga en mi lista de “las peores”, mujeres indeseables, molestas, encantadoras y frígidas. Por eso espero que vos seas de las que me hacen reír, pero sin rechazo, y valga la pena disfrutar un momento para reír y brindar por lo que sea, la victoria, el fracaso o al menos el intento de hacer lo que sea.
No se cuanto llevo escribiéndote, tal vez haya sido demasiada cháchara para una carta a la espera. Desde ya estoy esperando tus párrafos llenos de historia y, sobre todo, con una posible fecha de encuentro. Mañana es un feriado mundial, dedicado al absurdo, que solo sirve para que te tomes un descanso y me escribas. Eso espero. Un beso.
Que bueno es soñarte, que malo es no pensarte.

ISMAEL


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