El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

14 de agosto de 2006

De un tirón se suben solas

Cosas de adolescentes, solo un recuerdo que no recuerda siquiera el nombre de la princesita co textual de turno, en fin, esos ojitos pedian subir.
Intersección vigésimo cuarta

Amigos míos, a ella le gusta danzar
lo que sus oídos escuchan,
a la hora de soñar.
Esa en la que no quedan ganas,
de volver a luchar.
Ella habla y cuenta cosas que no tienen sentido,
al menos para mí,
pero igual la percibo
porque es una niña en busca del amor,
cada vez que la escucho.

Amigos, es única en todo momento, siempre,
ella ríe y ríe.
Siempre es feliz
cuando yo estoy ahí.
Imposible no tomarla para abrazarla y besarla
pero hice una promesa,
y creo que la cumplí.

Es difícil, amigos, no tentarse
cuando se hace la seria
para que yo corra.
Pero no corro y, ella, evita acercarse
porque sabe que algo anda mal.
Piensa que no la quiero, pobrecita,
nunca tan equivocada.

Amigos míos, no se rían
que no me atemoriza lo que me lleva y me trae.
No es que me ablandé.
No le temo al amor ni a la seriedad,
mucho menos a ella,
mucho más a mí.
Amigos míos, no la quiero llena de mi maldad.

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