El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

20 de abril de 2007

Carta número 8

25 de Junio
Hoy no te escribo porque no merecés tal traición, no puedo ensuciar tu recuerdo con tan poca pasión estrechada en mis manos perdidas que no dicen nada. Te ansío y nada más, no tengo nada más que decir, parece poco pero es mucho, solo que no te vas a enterar porque nada sale de mi. Quizás recibas este papel (quizás porque no me decido a enviártelo), y tal vez te desilusiones al leerlo pero te juro que no puedo y me mata esta situación, y sufro, sufro mucho el no poder escribirte lo que siento, lo que te extraño. Ya sé que hace horas que nos separamos y que mañana o después nos vamos a ver, pero te extraño. Estoy desesperado y ansioso, es tarde (dos de la mañana) y no puedo dormir, intente llamarte unas cien veces pero no me animo, no soy capaz de llamarte a estas horas y desvelarte por una preocupación que en realidad es una exageración, una pavada de mi parte por no poder controlar mis impulsos y por no poder decirte lo que te extraño, lo que te quiero. Tal vez mañana (hoy) vaya a trabajar, esto promete ser bastante largo y ya está amaneciendo, ¡otra vez invierno! Pensarás que estoy loco o que soy un obsesivo por quedarme despierto toda la noche, pero la realidad me dice que no puedo dormir, me acuesto y trato de despejarme para poder dormir, pero mi cabeza empieza a trabajar y a pensar en vos una y otra vez durante horas, hasta que me levanto y camino, tomo algo de la heladera, lo tiro, juego con el gato del vecino y vuelvo a acostarme pensando que ya no te pienso. No es así, ahí estas otra vez llamándome otras horas más, vuelvo a levantarme y prendo el televisor para ver todo y nada a la vez hasta que por fin encuentro algo que no me gusta, obviamente no puedo mirarlo así que conecto la videocasetera y miro “Casablanca” una vez más. Te olvido por un instante pero me pongo triste, saco el casete y ya no intento dormir. Me desayuno algo, siempre pensando en vos, y cuento las horas para verte otra vez. Falta mucho y me desespero.
Hace un rato leí el diario, una mierda de muertos y perdió River, lo quemé. Salí un rato a caminar y terminé otra vez acá, esperando verte. Ya vez, no puedo decirte nada de nada, ¿cómo escribir que estoy loco por vos, cómo demostrar mi locura, que ya empieza a dominarme, por vos? No sé como harán esos que escriben y conquistan a sus mujeres con cada palabra, con cada verso, con cada párrafo, con cada capítulo, con cada historia.
Me acuesto, otra vez, y seguís caminando mis pensamientos, pateando todos mis números, mi tarjeta de crédito, mi trabajo, mis lecturas, mis filosofías. Me consuelo pensando que estás y que andás por ahí, en mi misma ciudad y, lo más consolador, en mi mismo tiempo, como si mi alma hubiera recorrido el infinito para encontrarte. Pienso y siempre es en vos, se me pasa el tiempo pensando en vos, me extingo, me muero pensando en vos, por decirlo de una forma trágica que no me gusta pero el diario me puso así, como si fuera poco pensar tanto en vos también pienso en lo feo como para contrarrestar toda la pasión que siento hacia vos y que no puedo plasmar en esta hoja. No te puedo explicar lo rico que se siente estar a tu lado, acariciarme con tu piel, besarte las manos o mirarte fijo a los ojos (alguien me dijo que es peligroso, que puedo quedar bizco, pero yo navego en tus ojos y no tengo destino subido en ellos), como te decía (si es que algún día te doy este pedazo de papel, si no lo tiro a la basura) me pierdo con vos y lo triste es que se me hace eterna esta noche (mañana) pero cuando estoy con vos es un instante que no logro aprovechar; cada hora es un segundo que se me escapa, cada hora es un segundo que se me va. Como hace el tiempo maldito para acelerarse así en ese momento, que estoy con vos, y detenerse tan fatal en ese instante que no pasa nunca, siempre se estanca en lo peor.
Ya no sé si estoy despierto o estoy durmiendo, hace un rato me llamaron del trabajo y me amenazaron con echarme, trate de explicarles lo que me pasa pero no me entendieron, eso es lo que creo, porque se rieron y me perdonaron porque, según dicen ellos, soy un loco lindo. ¡A la mierda el loco lindo! estoy sufriendo porque me atrapas en mi propia cabeza y no dejas que pueda escribirte nada lindo, nada tierno que refleje lo que te quiero y lo que te extraño. Me asfixio de tanto pensar, para colmo mientras pensaba me di cuenta, hace un rato, que perdí la oportunidad de llamarte cuando vos posiblemente estuvieras levantada, por pensar en vos me pasó. Ahora ya es tarde, estarás trabajando y no encuentro el teléfono de tu trabajo por ningún lado, quizás te regale un celular pero pensándolo mejor no es muy conveniente, suena muy hostigador de mi parte poder encontrarte cada segundo que quiera. Lo mejor que puedo hacer ahora es tratar de dormir.
Lo intenté otra vez pero acá estoy caminando estos renglones otra vez, me tiré en la cama y soñé despierto que soñaba con tus labios, tus besos y tus mordisquitos. Tenés unos labios preciosos, lástima que a veces te los pintas y, aunque me gusta el rojo carmín, a mí me gustan más cuando los tenés natural.
Ya pasó el mediodía, llevo más de doce horas intentando dejar de pensar en vos pero es inútil porque tampoco puedo escribir nada, a parte de estas estupideces, como voy a hacer para mirarte a los ojos, esos que me sacan fuera del mundo, y explicarte que no pude escribirte nada lindo, nada tierno y nada digno de vos, la persona que más quiero en el mundo.
Ya son más de las dos de la tarde, creo que voy a ir hasta tu casa a dejar esta hoja maldita, espero que me perdones y que no te sientas ofendida pero en verdad no me salió nada para vos, tan solo esto que tenés en tus manos.
Como siempre te dejo un beso, acordáte que nos vemos para cenar después que termines de trabajar.
ISMAEL


Continúa en Catásrsis Única (Click acá)

No hay comentarios.:

Donde andás?