El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

14 de agosto de 2006

Los aborrezco

Bonita forma de explicarme a mi mismo el porque de mi no querer a los números, aunque nunca voy a poder explicarme, ni comprender, la filosofía que nos dice que dos mas dos son cuatro.
Intersección vigésimo sexta

Todo se cuenta, todo se mide
y se calcula.
Nada parece ser placer
en este mundo que no alcanza
para llegar a fin de mes.
Ni siquiera mis palabras son muchas
porque son contadas,
como los números
que ellas aborrecen
porque no dicen nada.
Solo cuentan, suman, restan
y siempre mal.
Mis palabras buscan una pasión, un sentimiento
ellos solo miden lo material.
Lo triste es que siempre ganan
porque recorren mas mundo
aunque sean despreciablemente usados
aunque no esbocen una mísera sonrisa.
No sirven para expresar mucho, tan poco,
años y siglos,
casi nada expresado hoy.
¿Cómo será contar o medir una alegría?
¿En cuantos números cabe una sonrisa?
¿un beso? y ¿un abrazo?
Podrán contar libros y nada más,
no pueden con lo que hay dentro de ellos.
Ba, si pueden,
con las paginas,
con las palabras
y con las letras.
Que fiasco,
con nada más.

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