El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

4 de mayo de 2007

Capítulo 27


Luces y reflejos de eclipses artificiales que invaden las pupilas sin dejar sentir el cuerpo pesado que se arrastra trastabillando por el pasillo del ruido y de la gente. Atmósfera pesada que no deja respirar al tacto de la cordura, la ahoga en una sensación húmeda que deshidrata cuando se llega al fondo blanco. Vidrios y plásticos en el suelo que se rompen al pasar, para llegar al otro extremo en donde no hay nada. De a uno, de a dos o de a tres pasos quizás se avance igual, que inútiles son los pies que se resisten a caminar cuando más se los necesita. Abrazos, besos y peleas, todo puede pasar en un estado normal para los anormales.
- Podríamos irnos ¿no?. Preguntó Estrella.
Y todos dijimos que si, algunos mas entusiasmados que otros para, así, poder salir de un encierro y después meternos en otro, que quizás tenga mas valor en forma de diversión.
Rodrigo parece estar disfrutando, de los besos y abrazos que lo reconcilian con Esmeralda, quien sabe si se los merece pero es mi amigo y no puedo ser imparcial. Jorgito baila mientras sale por la puerta y trata de mear en la vereda con total libertad, pienso, algo anda mal y grito. Jorgito y la puta madre que te parió, andá al baño pelotudo. José, ¿dónde está José? pregunto. "Está afuera con las chicas" me dice Rodrigo que sigue sentado con Esmeralda. Me fijo y efectivamente lo veo abrazado a Anémona y Alicia, riendo y en total pose de borracho fracasado, que para él será la de un ganador. Junto a ellos puedo ver a Estrella que mantiene firme su cara de desprecio. Creo que no nos debe querer mucho, si al menos supiera lo que yo siento por ella. Si al menos supiera de mi obsesión por tenerla, de mis desvelos por verla, de mis ansias por acariciarla y de cómo busco la forma de hablarle sin titubear y sin decir estupideces. Siempre me pasa igual, tengo un plan estratégico en mi cabeza de cómo hablarles y que cosas decirles, pero termino diciendo cualquier cosa, puras gansadas que las dejan mirándome con cara de "¿nene sos así de estúpido siempre?". Pero ahí esta ella, parada sin hacer nada y la miro mientras escucho algo desde el parlante del auto del sueco que nos está esperando, "... es joven, lista y singular, me desespera...". Y es como si el sonido fuera yo, mi cabeza, mis pensamientos. "... es tan confusa, es tan confusa, es tan confusa...".
- ¿Qué hacés sueco escuchando eso?, poné cumbia, che. – Le grita jorgito, mientras sale subiéndose el cierre de los pantalones. – Así estás haciendo quedar mal a la bailanta.
- A mí me gusta, ¿de quién es este CD?
- Me parece que es de José. ¿Te gusta más que la cumbia? – Pregunta jorgito algo confundido.
- No, ¡estas loco! Igual ya es medio tarde ¿salimos para el boliche?
- Si, rodri apurate que nos vamos. – Grita jorgito.
- Ya vamos – contesta desde adentro de la casa.
Salieron los dos que quedaban adentro, cerré la puerta con llave, y salimos. El sueco, José, Anémona y Alicia se fueron en el auto, los demás nos fuimos caminando las poquitas cuadras hacia el lugar.
Con Rodrigo y Esmeralda en otra cosa se redujo a tres mi grupo. Solo que me sobraba jorgito que estaba entre medio mío y de Estrella, quizás es mejor así, pensé, con alguien más se me hace más fácil hablarle. Aunque su cara es como un témpano, imposible de derretir, no opaca en nada el brillo de su figura, de sus ojos, de sus ondulaciones, de su boca, en fin, de ella para resumir y no seguir enumerando. Charlamos los tres de cosas superficiales y normales, noto que me cuesta hablar y no por la timidez. Me pesa la lengua al tratar de pronunciar algo, hablo raro, casi como esta hablando jorgito pero sin humillarme tanto. Ella mira, escucha, habla y hasta parece sonreír con cada comentario sin dejar de ser femenina en un estado en la que muchas te dejan con la boca abierta de la impresión. Caminamos y en la oscuridad de la noche y del camino me pareció que se cruzaban nuestras miradas, que se miran y se esconden en un descenso de vista, casi hasta el suelo.
Llegamos al mismo tiempo en que llegaron los chicos en el auto.
- ¡Eh!, ¿tanto tardaron? – Pregunta jorgito.
- ¡Y que querés con este sueco que me hizo llenarle el tanque a esta cafetera que tiene por auto! – Responde José en un grito.
- Mas respeto che, que el 12 es una máquina y de no ser por mi...
- Bueno, bueno. Vamos a entrar y a ver quien es el que más se aguanta unos tequilas. – Nos desafia jorgito.
Terminaron de bajarse del auto, nos agrupamos en la puerta esperando a que llegue la parejita de rezagados. Luego entramos.

1 comentario:

kurtosis dijo...

enlazando lo enlace un saludo
atte.
kurtosis

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