El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

4 de mayo de 2007

Capítulo 29


(música)¿Dónde esta el baño, jorgito?. Avanzo hasta donde apunta su dedo, tropiezo con algo, conmigo, mientras camino entre las paredes que tanteo. (música) Llego a la puerta, la empujo y la atravieso, me miro en el espejo y apenas me reconozco, me achato el pelo y me empujan, arrugándome la ropa, mientras me gritan algo unas mujeres, ¿qué hacen acá?. Un tipo grandote me agarra el brazo y trata de doblarlo contra mi espalda. ¿Qué pasa, che? quiero mear. Dejálo loco, se equivocó de baño. Me suelta y siento la sangre otra vez. Vení Juan, la próxima vez mira el dibujito de la puerta ¿ves? Esto es una mina con pollera, por lo tanto si esta en una puerta significa que es un baño de mujeres. Dejáme José, ¿dónde esta el otro baño?. Al lado, gil. Lo empujo. (música) Camino y la encuentro, la reviso y tiene una persona dibujada, sí, tiene pantalones. Entro, me miro en el espejo, estoy peor que antes y en un lugar inferior, ¿nadie limpia este baño?. Me acomodo la ropa y el pelo otra vez. Voy hacia algún inodoro, entre gritos y cantos, todos ocupados. Busco un lugar en la pared, ya no doy más. (música) Flaco y la reputa madre que te parió, me estas salpicando. Aguantá que ya termino. ¿Me estas tomando el pelo o querés que te cague a trompadas?. No, en serio, ya termino. Te esta gastando y encima te sigue meando, dale una piña. Ya está, termine, viste que no era para tanto. Ponéle una trompada. Dale que se cae solo. (música).
¿Estas bien Juan? ¿Querés que te llevemos a tu casa?. No rodri, estoy bien, ¿dónde está Estrella?. Anda por ahí con Esmeralda, creo que fueron al baño, esperála acá, casi te matan hace un rato boludo. ¿Cuándo?. No importa, quedáte sentado. (música).
Aparece jorgito bailando y me abraza mientras grita. ¿Qué haces ahí sentado Juan?, vamos a sacar a alguna a bailar. No, estoy esperando a Estrella, ¿la viste?. Esta bailando con un tipo por ahí, dale acompañáme. La voy a buscar para que baile conmigo, vos esperáme, ¿qué hacés soltáme?. Quedáte acá, esperá que termine de bailar, y mientras tanto pedíte una cerveza. (música).
Camino y todos me chocan, me pisan y me gritan algo. Dejáme de joder. Hola morocho, ¿querés bailar conmigo?. Pelo lacio y castaño, ojos marrones y boca que no dice nada. No, no sos Estrella. Soy Angélica. Yo soy Juan Pablo. ¿Y que haces de tu vida Juan?. Nada, ¿vos?. Estoy de vacaciones, por un par de semanas, y vine acá, en realidad vengo todos los años a despejarme. Vos es la primera vez que venís, ¿no?. Si. Me parecía porque no te había visto nunca. Yo a vos tampoco. ¿No?. No. Yo en realidad te vi el otro día en la playa, pero no te vi nunca antes, pensé que me habías visto, y que te acordabas de mi, yo te recuerdo bien porque me pareciste lindo. Hago algún gesto con mi cara, mientras me sigue hablando, en verdad no entiendo mucho lo que dice, se da cuenta y se acerca a mi oído para que escuche lo que sigo sin oír. Eso es lo que hago yo, ¿no tenés ganas de ver como lo hago?. Le contesto un no mientras busco a Estrella con mis ojos. ¿Vamos a bailar?. No. Entonces habláme tanto como le hablas a ella. ¿A quién?. Vuelvo la cabeza y está enfrente mío, mirándome con sus cegadores verdes. ¿Por qué me dijiste que te llamas Angélica, si sos Estrella?. ¿Eh?, vamos a bailar. (música). Se acerca y se aleja, se mueve y gira alrededor de mi, de mi mano. Dale, bailá tonto. Menea la cabeza, se agacha, se levanta, me abraza y quiere llevarme y traerme. A ver, como será esto, agarro su mano y su cintura, suelto su cintura nos vamos hacia atrás, muevo los pies de alguna forma, gira, giro, se me escapa, agarra mi mano (mierda esta transpirada), suelto su mano y la traigo tomándola de la cintura con ambas manos. Me mira y no dice nada, ella espera lo que yo espero, pero si espera yo no tengo que esperar, ¡tengo que hacer algo!. No puedo hacer nada, me detienen sus verdes, su piel y mi yo. Si no aprovecho ahora, ¿cuando entonces?, ¿para qué estoy borracho si no tengo el valor?. ¿Vamos a sentarnos Juan?. Bueno. Me lleva de la mano, de la nariz. Bien Juan, me susurran al oído mientras me palmean la espalda. Levanto la cabeza y Rodrigo hace gestos y señas. ¿Qué querés?. ¿Nos sentamos acá?, no nos ve nadie. Me desplomo en el sillón, me acaricia la cara y me arremolina el pelo. Levanto la cabeza, veo todo un bosque borroso con cantos y todo. Trato de ver más nítido, y veo sus pupilas casi pegadas a las mías, su nariz rozando a la mía. Me gustan tus ojos, grandes. Me gusta tu timidez y el intento que haces por echarla. Me gusta tu nariz, pegada a la mía. Me gusta tu boca, y todas las cosas lindas que me dice cuando sos un tierno audaz. Me gusta que yo te guste. Acaricia mi mano y la coloca en su cintura sin dejar de clavarme sus ojos. Dentro mío pelea mi audacia, tardía, hasta ganar. Dame un beso, por favor. Siento sus labios chocar con los míos, siento el calor de su cuerpo fundirse en mi mano derecha que lo acerca examinándolo y sus rizos raspar en mi izquierda, no siento sus pupilas, ya no están. Cierro mis ojos y trago la saliva mientras imagino sus verdes detrás de sus párpados. Cubre mi lengua sus orejitas. Desciende mi boca por su rostro, por su mentón. Desciende mi boca por su cuello, por sus hombros. Respira fuerte, con ritmo, excitada en mis oídos y oprime mis cabellos con sus manos, amortigua su dolor inventando el mío. Trata de gritar pero se da cuenta de su error, se muerde los labios, se desvanece, me acaricia, me besa, se levanta y se va. Me desvanezco. (música). Flaco despertáte, si querés dormir te vas. No, estoy despierto. Bueno levantáte de ese sillón o te echo. Camino, me siento bien pero con sueño, tengo que ir al baño a lavarme la cara y acomodarme. Juan, ¿a donde vas?. Al baño. Vení, tomate algo con nosotros y después vas. ¿Qué están tomando rodri?. Cerveza. Pedíme una. Bueno, pero vamos con los chicos. Llegamos al rincón donde están todos, casi, falta Estrella. ¿Estas bien vos?. Si, sueco. ¿vos?. Mejor imposible, mira las chicas con la que estamos José y yo. Ya las vi, son las mismas que estaban en casa. Algo me dice que esta noche la terminamos mejor que nunca, si hasta vos ligaste. Calláte idiota. Chicos nos vamos. ¿Adónde Rodrigo?. A casa, me voy con Esmeralda así que lleguen tarde. Vení rodri. Se van a un costado y empiezan a discutir. Rodrigo se va con Esmeralda. José viene hacia acá, me llama con su dedo. ¿Qué querés?. Ya se que vas a irte con Estrella pero... ¿no me haces un lugar en tu casa para ir con Alicia o Anémona?. No. ¿Por qué?. Porque no quiero. Dale, yo te acompaño hasta tu casa, mirá como estás, y mañana te ayudo a limpiar el despelote que quedó. No. Dale, no me arruines la noche. No me pidas más, si ni siquiera estas seguro de que te vas a ir con una de ellas. Vos sabes que no va a ser difícil convencerlas. Incitála delante mío y ya te doy la llave. Bueno, dame un tiempito, ¿qué hora es?. No sé. Ustedes dos ¿qué andan secreteando ahí?, vengan. Nada Anémona, ¿viste? está interesada. Eso no quiere decir nada, vamos. (música). No, eso no es la realidad, eso es imaginación. Pero si es imaginación también es realidad, para mi son las mismas cosas. ¿La realidad igual a la imaginación?. Si, porque mientras la imaginas es real, vos soñás y es real, no imaginario. Me parece que no Anémona, una cosa es soñar y otra ver la realidad, vos sos real no imaginaria. Pero me podes imaginar, podes soñar conmigo. Si, pero a vos te puedo tocar, ¿ves?. Podrías haberme tocado en otro lado, ¿no?. Pero si te toque el hombro, no te hice nada. Por eso, José. ¿Qué querés que te toque?. No sé, usá la imaginación y hacela realidad. José nos mira a todos buscando caras cómplices, nos guiña el ojo y la toca. Acaricia su cola, yo hubiera elegido sus pechos. ¿Te gustó? Si, me hervís la sangre de pasión. Se ríe y la mira a Alicia que no dice nada y acepta la invitación del sueco para bailar cumbia. Miro a mi alrededor, buscando a Estrella, y no la veo. ¿Dónde estará?, tan chico que es este lugar y no puedo encontrarla. José sigue charlando con Anémona, se acerca y le da un beso en la mejilla. Me ve y me hace un gesto como queriendo abrir una puerta. Le digo que si con la cabeza, pero no le voy a dar las llaves. Vuelve el sueco con Alicia. Me siento para no perder el equilibrio. ¿Siempre bailas así?. Si, ¿por qué?, ¿no te gusta?. No, además mira esos pantalones tuyos. ¿Qué tienen?. Nada, ¿nos vamos Anémona?. Si, vamos. No, quédense un rato mas, me prometiste un beso. Y ya me lo diste. Pero fue en la mejilla. Mas que eso no hay. Dale, dame un beso y después nos vamos juntos. No, me voy con ella. No preferís irte conmigo y darme muchos besos. No, además ya los tengo reservados. Si me dijiste que no tenés novio. Y es verdad. ¿Entonces?. Tengo novia, es ella. Me paro para escuchar mejor, esto se pone interesante. La verdad es que nos mataron de risa vos y tu amiguito, el de los pantalones agujerados y camisa fea, fue divertido verlos tratar de conquistarnos. Lo veo a jorgito salir del baño, lo llamo y viene. ¿Qué pasa?, tengo un pedo que no veo y encima no puedo vomitar. Mira jorgito, no te pierdas esto. ¿Me estas diciendo que ustedes dos son pareja?, no me mientas con pavadas. No te miento, no tenés que usar mucho la imaginación para darte cuenta de que es real, ¿querés ver?. Va hasta donde esta Alicia, la toma de la cintura y empieza a besarla, la deja, pone su cara entre sus manos. ¿Vamos?. Se van y las acompañan gritos de euforia de los muchachos, caras de asco de las mujeres y de asombro como las de José y el sueco. Río mucho y alevosamente en la cara de José, le grito que es un idiota y me parece que hace un esfuerzo terrible por no darme una piña. Me da un poco de lástima, pero igual se lo merece, su humillación será eterna y digna de ser contada por siempre en todas las entremesas. Acá tenés las llaves, ¿las querés?, cierto que no tenés a nadie a quien llevar. Pido un vodka, lo tomo y me voy al baño. (música). El piso frío, el cuerpo pesado y la paciencia agotada del asco interior que erupciona bañando de podredumbre al lugar. Ojos llorosos, faringe roja adolorida y lengua hedionda que añora un instante anterior de saliva. Catarsis falsa que no limpia el alma, ensucia mi ropa con lo que antes fue un guiso casero que nunca se hizo en casa. Escucho risas y ruidos, siento que me tocan y me levantan. ¿Estas bien?. Escupo al piso tratando de sacar una basurita de la lengua pero me sueltan y parece que caigo. !Uy, se mato!, ¿estás bien?. No, no me golpeé. Te ayudo, levantáte. No, dejáme así boca abajo, quiero dormir. No seas idiota, te levantamos, pero que hijo de puta que sos, me vomitaste. Dejámelo a mi, jodió toda la noche, lo tiro afuera. Lo hubieras sacado antes y no me ensuciaba los pantalones. Me levantan o me levanta, me toman o me toma del brazo mientras escupo otra basurita de mi boca, me insultan o me insulta, patean la puerta con la que trato de agarrarme, me ganan o me gana, paso a través de la gente que se refleja en las luces de colores que giran, subo unas escaleras con los tobillos, llego hasta otras escaleras, hasta una puerta que se abre y después se cierra dejándome afuera, me tiran o me tira, caigo en la dura y fría oscuridad del suelo. Mejor así, por fin estoy lejos de la gente.
¿No tenés un cigarrillo?, despertáte. Un viejo me empuja la cabeza, algo de mi cuerpo raspa contra el piso y no sé que es, no siento ningún dolor. ¿Tenés un cigarrillo?. No. ¿Querés?. No quiero nada, no me toques viejo maricón. No te asustés, que ni te toqué, te pregunté si querías un trago de mi botella. Dame. ¿Cómo te llamas?. Que te importa, ¿vos quien sos?. Yo soy un personaje maldito, igual que vos. Yo soy normal. Y yo también. ¿Qué haces acá?. Nada, tomando un poco antes de ir a trabajar. ¿De qué trabajas?. Soy cartero. Y ¿vas así de borracho?. No estoy borracho, me hicieron así. ¿Quién?. No sé y ni me quejo. ¿Estuviste toda la noche tomando solo?. No, antes estuve con una puta, bien rellenita, como me gustan a mi. ¿Te cobró?. No, yo le pague para que mantenga a mi amigo. ¿Es la mujer de tu amigo?. Aja. ¿Tanto te gustan las gordas?, no te debe dar para algo mejor, ¿no?. ¿Qué te importa?, ¿querés pelear?. No, no peleo con perdedores. ¿Tenés idea de la cantidad de peleas que he ganado yo?. No. Muchas, ¿querés apostar a ver quien gana?. No, deja para otro día. Si, igual tengo que irme porque llego tarde y mi jefe me tiene manía. ¿Por qué no renuncias?. No sé, devolvéme la botella. Tomá, me voy a dormir, decime ¿tenés carta para mi?. ¿Cómo te llamás?. Juan Pablo. Si, hay un telegrama que dice que te despiertes de una vez y empieces a hacer algo con tu vida, que por lo menos la arruines. Ah, listo, chau viejo.

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