El presente blog que viene abajo no tiene nada que no haya en otros blogs literarios, simplemente retomo eso que le dio de comer a tantos otros escritores fracasados, hablar de las mujeres que no consiguen o de las otras, las que se fueron. Como capitán, que huye, en franca retirada de las relaciones, me permito contar secretos de diván, escabrosos relatos de cama y de hoteles para que sucumban de pavor esas otras desconocidas que supieron ser garabato de mi muñeca, bueno, no son todas las que yo hubiera querido así que voy evitar nombrarlas para que no quede en evidencia mi falla. Pero no sólo de mujeres vivimos, así que también hay otros temas y otros formatos, tenemos cortometrajes, tenemos novelas, tenemos cuentos, bueno, cuentos no, chinos tampoco, pero hay intersecciones y cartas, fotografías re contra artísticas y otras en la que sólo aparece mi cara. Bueno, el resto del blog es mejor que el prólogo, no lo prometo pero créame.

8 de abril de 2007

Carta número 7

5 de Mayo
No, no, no, no lo puedo creer, por eso este tartamudeo repetitivo de mi mano. No te puedo describir, ni explicar, la alegría que tengo, ¡faltan tan solo dos días para conocernos! El lugar me parece bastante bien, esta lindo el bar y bastante cerca (como casi todo). Lo que no sé es como vamos a conocernos porque con nuestras descripciones no alcanza, a no ser que yo me vaya con unas dentaduras de acrílico pegadas en mi guardapolvo de trabajo. Lo más fácil es dejar nuestros nombres en la mesa de entrada del bar y que nos ubiquen al ir llegando, otra sería ir haciendo algo escandaloso para así darnos cuenta, Mm., no creo que funcione. Mejor quedamos que el que llega primero deja dicho que el otro está por venir y que lo ubiquen. El que llega ultimo paga los tragos, así incentivamos la puntualidad. A mi me gusta llegar, como muy tarde, a la hora exacta aunque nunca llego mas tarde que diez minutos antes. Lo que me molesta muchísimo es esperar, si para las once y diez de la noche no llegaste, me voy. Igual no creo que me hagas esperar y espero que los tragos corran por mi cuenta.
Tengo tantas ganas de verte, oírte, rozarte, escucharte y todo lo que termine con “te”, ojo eso es muy abarcativo así que no tengo ganas de todo lo que termine así.
Espero por fin encontrarte, tan solo varios puñados de horas separan lo inseparable, es imposible que dure mucho más. Tal vez esta sea la última carta, tal vez, lo importante es que estamos empezando algo distinto y conocido a la vez, algo que nos marcará, espero, para siempre. Te mando un beso.
Que bueno desearte, que malo impacientarme.
ISMAEL

Continua en Intersección en la que me cruzo con uds. (Click acá)

No hay comentarios.:

Donde andás?