15 de Julio
Otra noche más en soledad, bueno, no tan solo porque está Baglieto y no para de cantar. No me escucha o se hace, solo esta su voz llorando a su niño. Su voz y yo frente a un plato de fideos, con queso y huevos revueltos, listos para ser devorados, pero los rechazo, no porque me falte el hambre. Me asquea tanta soledad, quiero que estés acá para que me diviertas y me abraces, me despeines y me beses. Todo sin compromiso alguno, estoy deseando para mi futuro lo que quiero en mi presente. Soy muchas personas diferentes, una ayer (hace un rato), una hoy (ahora) y otra mañana (dentro de un rato). Yo no recibo nada, el otro bastardo quizás tampoco, pero tiene tiempo para pensar e ilusionarse con que lo vas a besar como besaste a mi yo de ayer y como nunca me besaste a mí. Siempre dicen que mi futuro va a mejorar, pero nunca mi futuro es mi presente. Dejo todo por él y yo nunca soy él, nunca llega y no se digna siquiera a decirme cuando viene, tal vez nunca.
Hoy te puedo decir que puedo estafar al bastardo, si, mi yo presente puede destrozar a mi yo futuro. Es tan sencillo que me tientan las ganas de salir a la calle y matar a alguien, pero no puedo hacerle eso, no puedo o no tengo el valor. Valor que tampoco tuvieron mis yo pasados, ninguno de ellos me jodió la existencia, ninguno de ellos de este segundo hacia atrás, todos fueron muy buenos conmigo.
Tal vez pensarás que soy esquizofrénico o algo así, que tengo dos personalidades pero te equivocás. Tengo múltiples personalidades dentro de mí y todas dan su opinión a cada instante, cada vez que nacen y mueren. Hace una hora una quería ir al cine pero enseguida la detuvo otra que tenía hambre, no se pudieron poner de acuerdo en hacer ambas cosas, así que salí a caminar por decisión de otra, hasta que una de ellas comenzó a ponerse triste e hizo volver a casa a la otra siguiente, después otra llegó a casa y puso a Baglieto en la radio mientras que otras cocinaban un poco para las que después no tendrían hambre. A una se le ocurrió escribirte porque te extrañaba, se pusieron de acuerdo todas y empezaron esta carta. A esta altura pensarás que estoy loco y tal vez tengas razón, pero mirá vos, con tus hermosos ojos, como fueron organizando los temas de esta carta. Empezó la solitaria (que ya es historia) y la termino yo, cansado de tantos suicidios colectivos y hambriento de tanto olor a fideos con queso y huevos revueltos.
Así y todo estoy solo, solo, solo.
ISMAEL
Continúa en Intersección Vigésima Quinta (Click acá)
Otra noche más en soledad, bueno, no tan solo porque está Baglieto y no para de cantar. No me escucha o se hace, solo esta su voz llorando a su niño. Su voz y yo frente a un plato de fideos, con queso y huevos revueltos, listos para ser devorados, pero los rechazo, no porque me falte el hambre. Me asquea tanta soledad, quiero que estés acá para que me diviertas y me abraces, me despeines y me beses. Todo sin compromiso alguno, estoy deseando para mi futuro lo que quiero en mi presente. Soy muchas personas diferentes, una ayer (hace un rato), una hoy (ahora) y otra mañana (dentro de un rato). Yo no recibo nada, el otro bastardo quizás tampoco, pero tiene tiempo para pensar e ilusionarse con que lo vas a besar como besaste a mi yo de ayer y como nunca me besaste a mí. Siempre dicen que mi futuro va a mejorar, pero nunca mi futuro es mi presente. Dejo todo por él y yo nunca soy él, nunca llega y no se digna siquiera a decirme cuando viene, tal vez nunca.
Hoy te puedo decir que puedo estafar al bastardo, si, mi yo presente puede destrozar a mi yo futuro. Es tan sencillo que me tientan las ganas de salir a la calle y matar a alguien, pero no puedo hacerle eso, no puedo o no tengo el valor. Valor que tampoco tuvieron mis yo pasados, ninguno de ellos me jodió la existencia, ninguno de ellos de este segundo hacia atrás, todos fueron muy buenos conmigo.
Tal vez pensarás que soy esquizofrénico o algo así, que tengo dos personalidades pero te equivocás. Tengo múltiples personalidades dentro de mí y todas dan su opinión a cada instante, cada vez que nacen y mueren. Hace una hora una quería ir al cine pero enseguida la detuvo otra que tenía hambre, no se pudieron poner de acuerdo en hacer ambas cosas, así que salí a caminar por decisión de otra, hasta que una de ellas comenzó a ponerse triste e hizo volver a casa a la otra siguiente, después otra llegó a casa y puso a Baglieto en la radio mientras que otras cocinaban un poco para las que después no tendrían hambre. A una se le ocurrió escribirte porque te extrañaba, se pusieron de acuerdo todas y empezaron esta carta. A esta altura pensarás que estoy loco y tal vez tengas razón, pero mirá vos, con tus hermosos ojos, como fueron organizando los temas de esta carta. Empezó la solitaria (que ya es historia) y la termino yo, cansado de tantos suicidios colectivos y hambriento de tanto olor a fideos con queso y huevos revueltos.
Así y todo estoy solo, solo, solo.
ISMAEL
Continúa en Intersección Vigésima Quinta (Click acá)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario